Planifica tu temporada, como si fuese un sueño
El tiempo vuela.
Más cuando sientes que lo estás aprovechando.
Más cuando disfrutas.
Anteayer estaba levantando los brazos en el paseo de cualquier ciudad, cruzando esa última meta de una larga temporada.
Ayer me relajaba durante las merecidas vacaciones de tres semanas para recargar baterías.
Y, casi sin darnos cuenta, estamos otra vez en faena.
Unas semanas de adaptación a la rutina; bueno, más bien unos días.
Las baterías tan cargadas no ayudan a empezar despacio. Pero aunque no despacio, buena letra por favor.
Esas malas sensaciones, con el corazón disparado y sin embargo piernas frescas por el descanso reciente, se van tornando en mejores impresiones y pulso en valores normales, al tiempo que volvemos a tener piernas “patapalo” quejándose con cada escalón que nos hacen subir conforme encadenamos entrenamientos.
Me encantan estas semanas.
Sí, sé que en este menú de las primeras semanas de entrenamiento falta el ingrediente principal: la competición.
Pero es tiempo de trabajar sin prisas.
Es tiempo de acumular.
De poner en práctica todo lo aprendido en los anteriores meses de lucha.
Y si por algo de verdad me gustan, es porque son semanas para soñar.
Empezar a diseñar el calendario conlleva ineludiblemente emocionarse con los próximos retos. Bocetos, propuestas, ideas,… pero sobre todo sueños.
¿Quién no se imagina haciendo la carrera de su vida en esa prueba que justo acaba de decidir que será su gran reto para este 2015?
¿Quién no sueña en voz alta con todo lo que va a mejorar poniendo en práctica todo lo aprendido en los anteriores meses de competición?
¿Quién no se emociona en estas semanas sabiéndose capaz de romper de nuevo sus límites?
No lo puedo evitar, sé que son días fríos, con lluvia y sin carreras en el horizonte cercano, pero soy un soñador confeso.
Me encanta la llamada pretemporada.
Me crezco cada día.
Por muchas capas de ropa que lleve encima y mucha lluvia que resbale por mi cara, mi cabeza está divisándome en bañador, bajo un Sol de justicia, levantando los brazos tras realizar un carrerón en ese gran reto del 2015.
Los días pasan, volando, y en breve ponemos punto y aparte a esta bonita primera etapa de pretemporada.
Los sueños se entremezclarán con la especia que mejor condimenta nuestra vida deportiva: la competición.
Y ahora sabes que aunque llueva o haga frío, la motivación no baja ni un ápice porque… ¿ya sabes dónde será tu debut en esta nueva temporada?
Buenos entrenos…
Buenos sueños…