Triatleta PRO vs Triatleta Amateur
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(Este es un post escrito por nuestro cliente Luis de Arriba)
El deporte y más en concreto el triatlón están en auge en España, incluso se puede calificar como “Boom”.
Esto hace que haya mucha gente que dedica muchas horas de su tiempo libre a su práctica. Y hace que muchas veces no tengamos claras las diferencias entre un Profesional (“Pro”) y un aficionado (Amateur).
En todos los deportes podemos distinguir entre los “deportistas profesionales” y los “deportistas amateurs”. En triatlón hay otra peculiaridad añadida, que también se da en otros muchos deportes, como es la división en categorías por grupos de edad a la hora de competir.
Al ser un deporte relativamente nuevo y tener poca trayectoria histórica, es digno de estudio el determinar las fronteras existentes entre el profesionalismo y el deporte como medio de ocio y diversión, ya que se están dando casos de deportistas que se encuentran entre las dos opciones, dándose la circunstancia incluso de competir en algunas pruebas como profesional y en otras como amateur.
La NO existencia de una licencia profesional como tal hace que las fronteras entre una u otra opción sean más difusas todavía.
En mi opinión, creo que en el futuro, cuando el triatlón alcance su madurez, se definirá de forma nítida esta diferencia, ya que entre otras ventajas será la de que llegue a un público más amplio y se equipare su repercusión y por tanto las retribuciones de sus deportistas profesionales a las de otros deportes con mayor trayectoria como el atletismo o el ciclismo.
DIFERENCIAS BÁSICAS ENTRE PROFESIONAL Y AMATEUR
La diferencia fundamental es que el deportista profesional se puede definir como aquella persona que voluntariamente se dedica a la práctica de algún deporte, en el caso que nos ocupa al triatlón, a cambio de una retribución.
Los deportistas amateur, sin embargo, son aquellos que practican deporte por diferentes motivos como pueden ser por ocio, salud o simplemente para hacer ejercicio, pero sin recibir a cambio ningún sueldo, aunque lo hagan dentro de un club deportivo.
Hay personas que no están de acuerdo con que haya deportistas profesionales, sobre todo cuando ven en lo que se han convertido deportes como el fútbol, que pasa a ser más un espectáculo que un deporte y sobre todo por las cantidades desorbitadas de dinero que ganan algunos futbolistas.
En el lado contrario hay muchas personas que piensan que hay gente que les gusta mucho el practicar un determinado deporte y que no puede prohibirse a estas personas que lo conviertan en su forma de vida y que hagan de ello su profesión.
Es curioso el ejemplo de los Juegos Olímpicos, donde los deportistas actúan como amateurs, y sin embargo luego estas personas trabajan como deportistas profesionales.
En lo que sí parece que hay un consenso es en que los sueldos entre los deportistas de los diferentes deportes sean más o menos similares y que no haya las diferencias tan enormes que existen actualmente entre futbolistas, con sueldos desorbitados y otros deportistas.
Cuadro resumen de las diferencias
Como queda patente las diferencias son evidentes, aunque también se puede dar la paradoja de triatletas amateur o populares que viven su día a día como profesionales debido a por ejemplo su situación laboral de encontrarse sin trabajo o tener trabajos u ocupaciones que les dejan mucho tiempo libre.
(Bomberos, policías, etc.) o bien por haber decidido en un momento de su vida dedicarse “full time”, es decir, a tiempo completo a su afición, el triatlón, que les gusta y motiva.
Es por esta razón por la que algunos han encontrado que puede existir una categoría intermedia entre las anteriores, que denominan “Professional Age Grouper” o triatleta profesional de grupo de edad. Triatletas que incluso participan en algunas pruebas como “élite” o supuestamente profesional y en otras como “Grupo de edad”, dependiendo del nivel de las mismas.
No obstante, hay organizaciones privadas como la WTC, propietaria de la franquicia IRONMAN que están prohibiendo esta práctica, ya que no permite a los triatletas con licencia “Pro” participar como “Grupos de edad” en cualquiera de las pruebas que organiza.
Esta puede ser una posibilidad para evitar que haya triatletas amateurs que en algún caso puntual han recibido un premio en alguna prueba, ganando a triatletas profesionales y por tanto, quitándoles el “sueldo” de su actividad. Esto se da al no existir en nuestro país una licencia “Profesional”, ya que la que existe actualmente es general, no distinguiendo entre profesionales y amateurs.
ENTRENAMIENTO TÍPICO DE UN PROFESIONAL FRENTE A LA DE UN POPULAR
Triatleta Popular
Triatleta Profesional
Como hemos podido ver son numerosas las diferencias entre un deportista profesional y un amateur.
Desde el punto de vista jurídico la diferencia viene reflejada en el artículo 1.2 del Real Decreto 1006/1985 que cita textualmente:
“ 2. Son deportistas profesionales quienes, en virtud de una relación establecida con carácter regular, se dediquen voluntariamente a la práctica del deporte por cuenta y dentro del ámbito de organización de un club o entidad deportiva a cambio de una retribución.
Quedan excluidas del ámbito de esta norma aquellas personas que se dediquen a la práctica del deporte dentro del ámbito de un club percibiendo de este solamente la compensación de los gastos derivados de su práctica deportiva”
Al margen de la retribución es difícil encontrar otra característica que logre diferenciar a los profesionales de los amateurs.
Por tanto, como resumen podemos decir que el triatlón amateur es el practicado sin ánimo de lucro y a los que lo practican se les llama popularmente aficionados, ya que no lo utilizan como forma de ganarse la vida.
El triatleta profesional sin embargo, es aquel que vive de él y es su medio de vida y está más relacionado con el deporte espectáculo que reporta beneficios a los clubs y entidades deportivas.
Actualmente el máximo exponente de esto es el fútbol que mueve ingentes cantidades de dinero al lado de deportes más minoritarios como el que nos ocupa, el triatlón.
Con la creciente popularización de nuestro deporte quedará cada vez más nítida la diferencia y será un mayor número de deportistas los que podrán vivir de la práctica deportiva debido a sus excelentes cualidades, resultados y sacrificios.
PARA TERMINAR
– Me gustaría mucho conocer tu opinión sobre lo que Luis acaba de escribir: ¿Encuentras alguna otra gran diferencia? ¿Qué opinas de las diferencias tan abismales en cuanto a salarios y deportes? ¿Qué más medidas se podrían adoptar para establecer esta diferencia?
– Puede que alguien a quien conozcas le pueda servir esto, ¿me ayudas a compartir esta publicación en tu Twitter, tu Facebook, tu Likedin y/o a tus contactos por email?
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Creo que yo, que más claro no se puede decir las diferencias que existen entre Amateur o Popular y Profesional, eso es indiscutible. Sin embargo no estoy de acuerdo en el tema de los premios en competiciones. Si hay algo que se ha dicho hasta la saciedad, es que lo bonito de este deporte es que puede estar en una competición dándote de codazos en el agua o por un buen puesto en la salida con un profesional y puede que sin darte cuenta, ya sea porque no le conoces o porque no le reconoces. Si es una prueba abierta y puede participar tanto federados como no federados (pagando su licencia de día), el que gana se lleva el premio, y si ha ganado es porque ese día fue el mejor. Eso no tiene discusión alguna, si el profesional, el que contaba con ese dinero del premio para su subsistencia, no tuvo su día y otro que es de ese pseudo grupo que has venido en llamar «Professional Age Grouper» si lo tuvo, pues es lo que hay.
A mi modo de ver hay una serie de cuestiones primordiales y con esto no pretendo sentar catedra ni mucho menos, pero desde luego sí que diferenciaría o establecería una división clara, entre deportistas y aficionados. Ojo que aquí ya empieza la diferenciación.
1.- Todo el que quiera participar en una prueba debe estar OBLIGATORIAMENTE FEDERADO y si no, no se puede competir. En una competición, ya se ha visto que ocurren desgracias y accidentes con fatales consecuencias, ya lo dijo uno de nuestros triatletas profesionales bien conocido, «hay que gente que sale a correr un par de veces a la semana y ya se piensan que pueden hacer un IRONMAN», dio en el clavo. Si se quiere competir, pagas tu licencia federativa, nada de 5€ o 2,5€ o lo que sea. Así se contribuye al pago de todo tipo de seguros, gastos aparejados, etc…
2.- Una federación potente, respetable y que cuenta con el apoyo de los deportistas (profesionales y amateur) es perfectamente capaz de organizar una prueba en la que haya dos o tres pruebas en una. Una solo para profesionales «acreditados» (con licencia de profesional), otra para amateur (en la que estarían los Professional age groupes y los demás) y la tercera a modo de «pollo», «pachanga» en la que se permita hasta el uso de MTB. Las dos primeras pueden unirse a mi modo de ver, siempre que no sean campeonatos, pero la tercera SIEMPRE debe existir por separado. Insisto en el control, un control estricto de las licencias, vuelvo a repetir e insistir en el hecho de que es necesaria una federación potente (la que tenemos no lo es), que se encargue de separar literalmente a unos de otros.
3.- Las licencias no tienen por qué tener diferentes precios, pueden costar todas lo mismo, pero las coletillas de «profesional» y «Amateur» deben figurar. Y aquí le meto el dedo en el ojo a la federación, tiene que existir el carné, hay que volver a eso nada del DNI. Que se te olvida, no pasa nada, sacas el móvil y lo demuestras con tu comprobante de pago o email de la federación, pero debería ser obligatorio llevar tu carné a las pruebas. Un carnet que tenga incluso puntos, como el de conducir. Que te los quiten por trampas, dopaje, mala praxis, etc… y aquí vuelve a haber otra diferenciación mas, ya que con los puntos se garantiza un deporte limpio y libre de tramposos.
Para terminar, creo que no ha sido muy acertado el incluir el punto de vista jurídico. Ya que quien sale perdiendo son los clubes, que también son para echarles de comer a parte. Si un deportista es profesional y pertenece a un club, ese club es el que se tiene de encargar de darle un sueldo y los premios económicos, son por lo tanto del club y debería ser el club quien prime al deportista por dicha victoria. Si el deportista quiere ese dinero para él, que no compita para un club, que sea independiente. Que es lo que ocurre, que los clubes en España funcionan de pena, parecen más un grupo de amigos con camisetas iguales que una entidad. Está muy bien eso de que todos los clubes «fomenten los valores que transmite el deporte, compañerismo, esfuerzo, etc….» pero un club para crear competitividad y emoción en las pruebas debe buscar eso, la victoria y así demostrar que tiene a los mejores, a los que se dejan los cuernos entrenando para defender sus colores entre sus filas. Por lo tanto es responsabilidad del director técnico de darle una oportunidad a todos los que quieran apuntarse a un club. No negarle el acceso solo porque es novato. No, se le hace una prueba y se le asigna un lugar en el club para que disfrute como el «machaca» del equipo. Nueva diferenciación y nuevo valor añadido, un deportista que se siente parte de algo, se desvive por ello, desde el más humilde al más aventajado.
Los clubes y federaciones tienen mucho que hablar para mejorar la situación del triatlón en España, al igual que los deportistas profesionales, que por su «profesión», hacen que este deporte suene y se escuche cada vez más.
Salud y kilometros.
Julio.
Espectacular reflexion Julio. Se ve que tienes claro tu punto de vista.
Para mi si no se establece esta diferencia, siempre habrá el dilema «cabeza de ratón» o «cola de león».
Estamos deseando volver a verte de nuevo por estos lares. Un abrazo Julio.