Entrenador personal Online

Imagina cómo te sentirías si no tuvieses que pensar cada día lo que vas a entrenar, si te diese igual la climatología, si no te faltasen ganas al llegar de la oficina, si sólo tuvieses que preocuparte de disfrutar al máximo.

No es un sueño, para mí es una realidad.

¿Por qué para tí no?

Atento…

Hoy no te voy a hablar de por qué tener un entrenador personal.

Si ponéis el título del post en Google seguramente aparezcan decenas de resultados, e incluso cientos, en donde lo predominante será una lista teórica de cosas buenas que nos reporta este hecho.

Yo no, yo te voy a hablar de realidades.

Verdades tangibles que igual no aplican a todo el mundo pero que a mí me funcionan.

Para que te hagas una idea tengo 28 años y llevo más de 15 entrenando regularmente cada semana.

Siete años en triatlón.

Nunca había tenido entrenador personal hasta el año pasado.

De hecho, siempre me he auto entrenado con algo de ayuda de mi padre, que es entrenador de ciclismo.

Como toda lista podemos empezar claramente por una de las cosas que a final de año marcan la diferencia.

La motivación.

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 Cuando hablo de motivación no hablo de ilusionarme con una carrera (para eso no necesito a nadie), tampoco hablo de charlas o coaching que me lleven a otra dimensión. Hablo de algo tan sencillo y tan complicado como sacarme de casa un día gris de lluvia a hacer bici, acabar esa serie que, si sólo respondiese ante mí mismo, mandaría a paseo a la primera de cambio tras un día duro en la oficina.

A mí me aporta eso.

El simple hecho de saber que hay alguien al otro lado de la pantalla leyendo, repasando y comentando cada una de mis actividades.

Seguidamente, y no tiene porque ser en este orden, podríamos poner la planificación individualizada.

Un plan a mi medida hecho por y para mí.

Sacado de todos sus años experimentando y contrastando resultados en sus propias carnes y en las de otros.

Como dato real, daré que nadando el mismo volumen de metros anual (hace dos años con respecto al año pasado), he bajado 3 min mi marca en 1500. (27.30 a 24.30) sólo cambiando la forma de hacerlos, en la época correcta, y con las cargas e intensidades bien repartidas.

Y no, no tienes por qué creerme, puedes comprobarlo por tí mismo entrando en mi perfil de Train2Go.com con el usuario «calamyty@gmail.com» y password «Test». 

Aunque creamos que lo sabemos todo, y que todo está en internet, que todo se sabe hoy en día con los medios de los que disponemos, no es cierto.

Lo bueno, hay que pagarlo.

Y tener un entrenador personal lo es.

En internet tenemos mil planes para todo tipo de distancias, si, pero ninguno de esos es para mí.

Es para ese age grouper ideal que no tiene familia, ni horarios laborales cambiantes, ni compromisos sociales.

Así que para eso también, para que se adapte a mí, tengo a mi entrenador personal.

En mi caso, como vivimos en la misma ciudad, tengo la suerte de poder entrenar físicamente con él una o dos veces al mes.

Ni que decir tiene que una sesión con él de piscina a veces vale más que entrenar todo el mes.

Aprendo y disfruto en cantidades desproporcionadas.

Con lo cual la mejora de la técnica y de la forma de entrenar, a veces vale tanto como salir a morder kilómetros.

Además, supongo que nos pasará a muchos, me ayuda a romper mis propias barreras mentales, esas que de forma consciente o inconsciente me autogenero.

¿Por qué no voy a poder nadar un día 6k?

¿Por qué no voy a poder hacer 250km en un día en bici?

Ese tipo de cosas que si nadie te empuja a ello, te quedas en tu zona de confort, en la que pocas veces se produce la mejora.

Esa zona de confort, también incluye la rutina.

La introducción de un entrenador personal me ha reportado un cambio notable en mi día a día.

Un cambio por supuesto a mejor, mucho mejor.

Por todo esto y precisamente por ello, eso es para mí, Antón Ruanova.

Si tú también quieres disfrutar de todo esto, échale un ojo a nuestra lista de entrenadores. 

Todos ellos están dispuestos a echarte una mano y hacer que tú puedas sentir lo mismo, y por mucho menos de lo que te imaginas.

Un entrenador personal no es un lujo, es una inversión en salud, disfrute y realización personal.

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